El gobierno del estado de Quintana Roo avanza en las gestiones ante la federación para transformar su infraestructura carcelaria mediante el Centro Penitenciario Estatal de máxima seguridad, que requiere de una inversión que asciende a los tres mil millones de pesos.

Esta obra, para la cual ya se cuenta con un terreno dentro de los límites de Benito Juárez, tendrá una capacidad inicial de 2 mil reclusos, aunque la idea es poder escalar para llegar a ocho mil, según informó Julio César Gómez Torres, secretario de Seguridad Ciudadana en Quintana Roo.

“Probablemente en el segundo semestre de 2026 tendríamos el arranque de la obra, en la medida en que el estado vaya creciendo, porque nuestro estado crece todos los días, la población penitenciaria también, de acuerdo con la eficacia de las instituciones en el combate al crimen”, destacó el titular de seguridad en Quintana Roo.

Añadió que por el incremento de detenciones vinculadas a proceso y obviamente las personas que quedan en prisión privadas de su libertad en centros penitenciarios de la entidad, es necesario un penal de máxima seguridad para el estado.

Expuso que aunque ya se cuenta con los estudios técnicos y el terreno en los límites de Benito Juárez y Leona Vicario, debido a la actualización de la reglamentación que deben cumplir los centros de máxima seguridad, se  requiere de un trabajo a largo plazo para que se materialice.

“Se va avanzando con la federación, porque es una inversión grande, aunque ya hay estudios técnicos de viabilidad, pero esperamos que se pueda materializar con los recursos a obtenerse el próximo año”.

Detalló que el  proyecto requiere un tiempo de ejecución de años, por lo que al menos se espera  avanzar en la primera etapa antes de que termine la actual administración.

“Los complejos penitenciarios tienen que cumplir normas oficiales por el tema de seguridad, ya que en el estado estos crecieron de manera irregular, pero ya los alcances, ya no nos permiten construir un penal que no están con las normas establecidas”, explicó.