Prepárate para avanzar bajo las coordenadas del Reino en tiempos desafiantes. Descubre cómo vivir en el eterno presente de Dios, alineando tu fe, tu economía y tu propósito con Su voluntad para alcanzar tu destino profético y prosperar en medio de la crisis.

En esta profunda enseñanza, se nos invita a reconocer que Dios no es solo nuestro Salvador, sino nuestro Rey infinito y el centro absoluto de nuestras vidas. Atravesamos tiempos peligrosos donde el sistema del mundo sucumbirá, pero quienes confían en el Señor y se mantienen en "la barca" serán guardados y renovarán sus fuerzas. La clave espiritual reside en soltar la ansiedad por el mañana y la nostalgia del pasado para habitar en el eterno presente de Dios, el gran "Yo Soy".

El mensaje profundiza en la necesidad de establecer una economía del Reino basada en la adoración, el pacto y la integridad. Siguiendo el ejemplo de Isaac, somos llamados a sembrar incluso en tiempos de inestabilidad y a abrir pozos propios, rompiendo con la mentalidad de dependencia y las estructuras de iniquidad familiar. Finalmente, se nos exhorta a edificar desde nuestro interior, reconociendo que somos el tabernáculo de Dios, y a posicionarnos con firmeza en una identidad apostólica y profética para conquistar el territorio asignado, sabiendo que la verdadera prosperidad está reservada para los adoradores.