De Barrionuevo a Ábalos: todos los ministros españoles que han entrado en prisión
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El ingreso en prisión de José Luis Ábalos ha sido la noticia que ha marcado la actualidad en las últimas horas en nuestro país. Se convierte así en el cuarto ex ministro español que entra en la cárcel en la historia de la democracia, el segundo del PSOE.
Ábalos, ministro de Fomento y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana entre 2018 y 2021, está investigado en el marco de la causa por la que se le señala tanto a él como a su ex asesor Koldo García por presuntas comisiones irregulares en contratos de mascarillas durante la pandemia.
La Fiscalía Anticorrupción reclama para Ábalos 24 años de prisión por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, malversación y uso de información privilegiada. Para su ex asesor piden 19 y medio.
Se convierte, además, en el segundo secretario de Organización del PSOE encarcelado después de Santos Cerdán, que salió hace unos días de prisión tras cinco meses en prisión preventiva. También es el primer diputado nacional en ejercicio en entrar en la cárcel.
El primer ministro en ingresar en prisión fue el también socialista José Barrionuevo, condenado en 1998 por el secuestro de Segundo Marey en el caso GAL. El Tribunal Supremo también le condenó por delitos de malversación de fondos públicos y falsedad en documento oficial.
Fue condenado a diez años de prisión, aunque solo cumplió unos meses después de ser parcialmente indultado en marzo de 1999 por el Gobierno de José María Aznar.
Otros dos del PP
Ábalos y Barrionuevo son los dos ministros del PSOE que han pasado por la cárcel, pero desde la llegada de la democracia a España también lo han hecho otros dos ministros del PP.
El primero fue Jaume Matas, ministro de Medio Ambiente entre 2000 y 2003, en la segunda legislatura de José María Aznar. Además, fue presidente del Gobierno de las Islas Baleares entre 2003 y 2007.
Fue condenado a seis años de cárcel por varios delitos de corrupción relacionados con el Caso Palma Arena, aunque solo cumplió nueve meses y un día al revocar la mayoría de delitos originales y mantener únicamente el de tráfico de influencias. También fue condenado a tres años y ocho meses de cárcel por prevaricación y fraude en el marco del Caso Nóos, pero en esta ocasión cumplió la mitad de la condena en régimen de semilibertad después de que le concedieran el tercer grado.
Rodrigo Rato, ex vicepresidente del Gobierno (1996-2004) y ex ministro de Economía y Hacienda (1996-2004), también fue condenado cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida y administración desleal por el caso de las tarjetas Black de Caja Madrid y Bankia. Tras casi dos años en la cárcel, obtuvo el tercer grado y, posteriormente, la libertad condicional.
Condenados, pero sin prisión
Otro de los ministros populares en ser condenado es Eduardo Zaplana, titular de Trabajo entre 2002 y 2004. Fue condenado hace poco más de un año a diez años y cinco meses de cárcel por el caso Erial.
En la sentencia se le condenó por prevaricación, cohecho, falsedad documental y blanqueo de capitales, aunque la justicia decidió que no ingresara en prisión de inmediato al no considerar riesgo de fuga. Actualmente se encuentra en libertad provisional con medidas cautelares.
También fue condenado José Antonio Griñán (PSOE), ministro de Sanidad (1992-1993) y Trabajo y Seguridad Social (1993-1996), aunque este lo fue en el marco del caso ERE, un caso de corrupción relacionado con la Junta de Andalucía de la que fue vicepresidente entre 2008 y 2009.
La Justicia le condenó en 2019 a seis años de prisión por delitos de malversación de fondos públicos y prevaricación continuada. Nunca entró en prisión por problemas de salud y su condena fue anulada en 2024.
Otros dos ministros que también fueron condenados pero no llegaron a entrar en prisión son Ana Mato (PP), ministra de Sanidad entre 2011 y 2014 y condenada en la trama del caso Gürtel como partícipe a título lucrativo; y Virgilio Zapatero, ministro de Presidencia entre 1986 y 1993 y condenado a ocho meses de cárcel por su participación en el escándalo de las tarjetas black vinculadas a Caja Madrid.




