Desde Origami con amor
Description
En este episodio especial, el equipo de Padrazos ha visitado Origami, el Centro de Educación Infantil donde asiste Daniela. Hemos podido charlar con Ana y Mariola, dos personas maravillosas que hacen posible todo lo que sucede en Origami.
Después de muchos episodios, nos han puesto en nuestro sitio y prometemos intentar no volver a decir guardería. También nos han contado sobre la vida diaria en el centro y, por supuesto, nos han hablado acerca de cómo es Daniela allí.
Ha sido una experiencia enriquecedora y emocionante para todo el equipo de Padrazos.
¡Muchas gracias por abrirnos las puertas de Origami!
Esperamos vuestros comentarios en la sección de “Padrazos” de nuestro grupo de Telegram de Ciencia o Ficción Studios. ¡Únete!
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<summary class="lightweight-accordion-title">Transcripción</summary>
[Música]
Ahora comienza “Padrazos”.
Un podcast donde nuestras parejas graban nuestras experiencias.
Mientras que nosotras gestamos.
Alimentamos.
Y criamos.
A nuestras hijas.
Presentado por Tomás Hussing.
Y Ángel Rodríguez.
[Música]
Bueno, Ángel, ¿qué tal? ¿Cómo estás hoy?
Muy bien, ¿tú qué tal? Tengo un poco diferente.
Estás muy cerca mío, estás a mi derecha y no sé si en la grabación final se escuchará,
pero de fondo tenemos ahí como un parque donde están niños jugando y estamos en un entorno diferente.
Sí, estamos en un torno diferente, que es una idea que teníamos hace tiempo,
pero que hemos tardado en hacer, pero ya ha llegado el día.
Genial, pues nada, tenemos a dos superpersonas para presentar aquí.
Ángel, si quieres presentarlas tú, porque en el día a día la ves más
y ya desvelamos la sorpresa.
Pues sí, son dos personas muy especiales para mí,
a través de una personita que quiero mucho, que es Daniela,
que son Mariola y Ana y son del centro,
al que traigo Daniela para que me deje un rato en casa a vivir.
Y qué mejor que ellas para decirnos dónde estamos.
No sé quién de las dos quiere empezar.
Hola, ¿qué tal? Hola, ¿qué tal?
Bueno, yo soy Mariola.
Y yo soy Ana.
Y nada, hoy estamos con…
Padrazos.
Desde el centro de educación infantil, origami.
Aquí, bueno, van a salir muchas cosas.
Esperamos, ¿no?
Lo que queramos.
Que guay, teníamos muchas ganas.
Además, el episodio de hoy lo tenía así como en mayúscula.
El episodio guardaría Daniela.
¿Cómo guardaría? ¿Ah? ¿Qué?
Guardaría, ¿no?
Tomás, por favor, que ya tienes que tener una experiencia tuya.
No sé, yo ya estoy buscando colegio.
O sea, ya esta etapa, bueno, hasta septiembre no la volverá a vivir.
O sea, que llevas toda la etapa anterior al colegio,
y diciendo lo mal.
Yo siempre he dicho que llevaba a mí a la guardería.
Vale.
Ya, ya, te hemos escuchado.
¿No?
Pongas y no.
Eso lo vamos a cambiar hoy.
Ya verás.
contándonos. Guardería se dice coloquialmente y cuando tú dices guardería qué dices que vas a
guardar algo, tú vas a guardar a tu hija, tú quieres guardar a tu hija a mí. Yo porque no la
traigo aquí pero yo se la confío al aseño de mi. Por supuesto. Como si fuera un tesoro. Exacto.
La nosotras aquí lo hacemos así, o sea cuidamos a todos los niños y los educamos por eso nos
Me gusta mucho que… Bueno, nos gusta en nuestro centro.
Es un centro de educación infantil.
Vale, perfecto. O sea, que guarderías un coloquialismo,
que se habla así, pero…
Sí. Vale.
Pero somos centros de educación infantil.
Te puedo decir…
Todos los que hay son centros de educación infantil
cuando hablamos de centros primados
y escuelas de educación infantil cuando hablamos de las públicas.
Pero guardería es bueno…
Es un término que dejo de usarse hace…
Pues hace… Ahí es, en los 80 o en los 70.
¡No! Tomás, no. Yo es que soy un hombre de costumbre, es arraigada.
Tomás, no, Tomás lo lleva. ¡Tengo 35 años!
Nací en el 87, pero bueno, se ve que eso se quedó guardado a mí.
No lo volverá a decir mal nunca más.
Y ahora, bueno, en el nuevo currículum de educación infantil,
pues lo puedes ver que no, ya no son… No hay guardería.
¿Lo seguía poniendo en documentos oficiales?
Digamos en algún sitio lo se ya poniendo o es simplemente la gente.
Puede ser que lo ponga en sitio, pero bueno.
Tomás, has dicho esto y ya no…
No sé, me habéis sacado los colores y ya no vas a empezar.
Las veces que vas a tener que editar…
Sí, voy a tener que poner el “mitido” cuando alguien hace un insulto ese.
Es el “mitido”.
Tiene que reditar los episodios publicados y siempre que diga “guardería” es “pim”.
Pues yo quería hacer una pregunta y es ¿Qué tal Daniela? ¿Qué tal Daniela? Que yo veo cuando
la dejo y cuando se va, pero ¿qué pasa? ¿Qué pasa por el medio? Daniela es un bomboncito
pequeñito precioso. ¿Qué quieres que te digamos de Daniela? ¿Qué te vamos a decir de Daniela?
Yo creo que he ido a dos Danielas. Está la que está en casa y la que está aquí.
¿Qué te voy a decir yo? ¿Qué te voy a decir de Daniela? Me vieja, me vieja.
(RÍE)
Hoy se cuenta la verdad.
Hoy venimos como no como padres, sino como podcasters
y venimos a pasarlo bien, así que toda anécdota graciosa y tal,
pues, bienvenidas con…
Yo creo que tú das el consentimiento para que cuenten.
Con estar aquí ya. (RÍE)
Es nuestro ayudante de clase.
¿Así?
Hombre, además recoge.
Pues en casa no recoge.
Pero aquí recoge. (RÍE)
Es que no tenemos lo mismo hijo fuera que dentro.
O sea, eso ya es así, claro.
Eso es así siempre, ¿no? Siempre, siempre.
como de verdad ha comido, ¿cómo has ha comido eso en casa? Imposible y pues sí, aquí lo hacen,
aquí hemos conseguido cosas que han sido como… pero ¿dónde estás la magia? ¿qué es eso?
-Eso que tú es profesional, no puedes decirlo. -No, no. Entonces,
-solo están estas cuatro paredes. -Solo están las cuatro paredes.
-No es de la naturaleza. -No es de nuestro poder.
-Pero sí, bueno, Daniela es nuestro ayudante de clase. Ella ordena, le gusta a sus compis que
que tiene que recoger también.
Me estoy quedando de vuelta.
Esto es todo lo contrario a lo que cuentas tú, Ángel.
Totalmente, totalmente.
Ya le gusta mandar.
Ya le gusta ahí.
Eso, eso es fe.
Y ya vamos.
Si ahora mismo le preguntas qué quiere ser, es seño.
Porque ella va mandando y tú, tú, tú te pones todo en fila.
Cominidad, no sé, hay un montón de…
Claro, y siéntate y todos sentaditos ahí, tal.
Y venga, vamos, que empezamos la asamblea.
Ya lo tienen que tener todo muy ordenado.
Y controlado.
Sí, sí, totalmente.
Eso en casa es igual.
Como algo se mueva de lo que en su mente era, la que lia es considerada.
Aquí también. Me quedo más tranquila.
Si, algún gritito que otro me ha escuchado.
Y también enfado.
También, no? Ya parece malmidelio.
Bueno, a la hora de comer, no le puedes quitar su comida.
¡Buf!
Esa grada.
Y si puedes repetir, repite dos.
Matú una vez.
y si en la fruta ya es como Daniela si no puedes comer más o sea no tenés a barriguita tan
pequeña no te entra más si si ella callada no abre el pico ella comiendo comiendo comiendo
nada pero sin hablar que maravilla por esa parte si en casa no serán todos iguales no no no no a ver
conforme va pasando el curso hay mucha más facilidad pero es verdad que al principio sobre todo cuesta
muchísimo, el adaptarse, las comidas de aquí, la verdad que les gusta muchísimo y es un poco más
fácil pero aún así, las adaptaciones siempre son difíciles. Yo por cercanía de, o sea, vivo
bastante lejos de aquí, no traigo a mí aquí pero como si la trajese porque lo que estáis diciendo
lo vivo yo, o sea, mía en casa está en huelga de hambre, no come o no sale de dos cosas que le damos
de comer y en la guardería come de todos los platos posibles. Perdona, en la escuela infantil o en
En el centro… ¿Cómo era?
En el centro de educación infantil.
María, la conocen con sí. Ana, está más cerca.
Tú dame una cuella o dame en la mano y corrijos.
No, dame. Nosotros no pegamos, por favor.
No voy a editarlo, Tomás. No voy a editarlo.
Esto va a salir así. Perfecto.
En bruto, en bruto, ¿dámonos?
Pues así para empezar, yo os tengo que dar las gracias.
No solamente por acogernos aquí,
que la verdad es que sois encantadoras,
pero también por vuestro trabajo,
porque considero que es un trabajo muy vocacional.
¿Y cómo lo hacéis en el día a día siempre con la sonrisa?
¿Cómo nos tratáis que tratáis igual a los niños, a las niñas?
Yo os tengo que agradecer ese trabajo diario que hacéis.
Gracias, ya no es más emocional.
Muchas veces.
Bueno, Ángel, se lo he dicho un montón de veces,
pero nuestro día favorito la semana ya no son el fin de semana.
Yo llegué tarde en la vida a librar los fines de semana</