Primer anuncio: hoy hay simulacro de incendio en nuestros grandes almacenes. Pónganse la máscara de gas para escuchar este episodio.

Segundo anuncio: cliente racional, real, pero algo imaginario, busca un número compuesto y sin novia. No uno cualquiera,  sino uno bonito, 'vistosón' y que luzca. Tampoco un número primo, porque él no es ningún primo. Y que sea barato. Estaría bien, además, que fuera un número sinvergüenza, que no se ponga rojo a la mínima de cambio. Y que sea positivo, alegre y desenfadado. Un 21 estaría bien: juguetón, bebedor, con alma...

En este episodio el dependiente está muy ocupado. Tiene que encontrar el número perfecto, incendiar el edificio y mantener la locura. Confiamos en que no se acabe convirtiendo todo en cenizas. No prometemos nada.