Mazón —pobret meu— y Maribel De Manuel, digo Maribel qué nivel, ¿víctima o encubridora?, Mazón y Maribel no me salen del forat de El Ventorro. Todavía no se han apagado los ecos celestiales, la presencia divina del Pare Camps y ya resuenan los clarines del advenimiento. ¿De quién? ¿De Ayuso? ¿De Feijóo “nunca seré presidente porque no quiero”?  No, de Tellado con el limonero y la fosa de Feijóo. La llave, la caja negra, la salida del infierno de la dana, la tiene Santiago Abascal el Asirio.

El malvado Tellado —violencia política— no viene a apoyar a Mazón, sino a hacerle la crisis del Consell y anunciar su sacrosanta ejecución. Ahora que Susana Camarero —la novia del País Valencià— se nos va a hacer testiga, pero con derecho a no decir la verdad, la RoigEsfera ya tiene candidata-presidenta ¿Salomé? ¿Mónica Oltra? No… ¡María José Catalá! 

Netanyahu embiste a El Guapo; ideal de la muerte, buenorro y consumido, se sale en las encuestas. Para celebrar la Diada, ayer, la derecha catalana y. madrileña enterraron las banderitas para votar contra la flotilla de Yoli. Yolanda Díaz aprovechó para presentar su candidatura a las generales. Diana Morant, polvo en suspensión, buenorra e inaccesible, hace una oposición amb trellat ante la barbarie y borinotisme -la corná en la mente de Morante i la Acadèmia Valenciana de la LLengua- del PPVox del País Valencià. 

Leti y la mutilación femenina; Mette Marit y Mónica Bellucci; Úrsula Corberó, preñada; Nieves Álvarez se casa; Mariló –sexo, sangre e incesto-, Mariló Montero, Nacho Cano, Mariló guerrillera por la libertad de expresión, en calzoncillos Calvin Klein a lo Rosalía. No, hoy no sale Leonor —escalivada o canelons— y la tensión sexual no resuelta.

Aznar, tipo Putin, ha lanzado un puñado de drones; sí, para invadir Qatar, Irak, Canadá, digo, Alacant. El crucerólogo, el alcalde por la gracia de Vox, Barcala, se nos ha cabreado. Barcala, xiquet, aniràs a l’infern. No es verdad que Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana, duerma con la burrita del obispo Munilla en un saco en Cala Cantalar. Y que el Arcaya se haya teñido a lo Broncano y Yamine Lamal, el aspersor. Bueno, espera….