Cuando el hobbit Bilbo Bolsón comenzó a ver que a su casa, siempre tranquila, comenzaban a llegar un montón de enanos, no podía creerlo. Aquello ya había supuesto suficientes emociones para él en un solo día, y jamás creyó que podría suceder lo estaba a punto de suceder: le había nombrado saqueador. Y no sólo eso, planeaban ir con él a recupar un tesoro que el dragón Smaug les había arrebatado a los enanos hacía tiempo. ¿Pero no sabían que los hobbits odian las aventuras? ¿Que lo único que desean es tener una vida tranquila y comer más de seis veces al día? Pero pese a todo, el mago Gandalf le convenció. Finalmente el valor que demostró primero con los trolls, luego con los elfos del Bosque Negro y más tarde con el dragón, hizo que se sentiera muy orgulloso de haber emprendido aquella increíble aventura que comenzó casi sin que él lo supiera. El anillo mágico que encontró en las cavernas de los trasgos, es el preludio de las vastas y poderosas mitologías de El Señor de Los Anillos.