El gobierno de Luis Abinader anuncia una reforma que no se llama de austeridad, pero lo es, que incluye la eliminación de ministerios, direcciones e institutos, pero al propio tiempo trasciende que creará una nueva entidad  de prensa y comunicaciones que no se sabe el rango que tendrá si será oficina o dirección.

Uno no sabe para qué se necesita más prensa, más redes y más bocinero. 

Una nota de Diario Libre de hace cuatro días refiere que los 23 ministerios tenían en sus nóminas 810 personas solo para los departamentos de comunicación sin contar con todo el staff de relaciones públicas.

A estos números se suman los empleados de la Dirección de Estrategia y Comunicación Gubernamental (Diecom), una institución que desempeña la vocería del gobierno, que tiene 385 colaboradores a quienes paga mensualmente 22 millones 499 mil pesos.

También hay equipos de comunicación en la mayoría de las 138 direcciones generales u organismos desconcentrados, 94 cuerpos descentralizados, y 38 consejos, comisiones y comités.

La verdad es que hay que preguntar qué tanto tienen que decir si una parte importante de esas entidades lo único que hace es consumir un presupuesto de nómina.

La semana pasada cuando analizamos el presupuesto de algunas de las instituciones que se eliminarían o se refundirían eran pura nómina.

Debe ser así en las dependencias técnicas como el ministerio de Planificación o de la mujer, pero debe ser lo contrario en entidades como el Instituto Agrario. Donde técnicamente se hacen inversiones.

En mi clase siempre digo que una estrategia de comunicación siempre debe partir de hechos o programas  concretos sean estos positivos o negativos. 

Las estrategias de comunicación no compensan la carencia de servicios, no se pueden esperar cambios en la conducta de las personas en base a una estrategia de comunicación que no tiene un programa que la fundamente.

En fin parece que por ahí hay muchos aspirantes a Joao Santana ojalá que los resultados no sean los mismos.