Evangelio del domingo XXV del Tiempo Ordinario (Ciclo C)
Update: 2022-09-14
Description
Evangelio del domingo de la XXV semana del tiempo ordinario y comentario al evangelio. https://opusdei.org/es-es/gospel/evangelio-domingo-vigesimoquinto-ordinario-ciclo-c
Evangelio (Lc 16,1-13)
Decía también a los discípulos:
— Había un hombre rico que tenía un administrador, al que acusaron ante el amo de malversar la hacienda. Le llamó y le dijo: “¿Qué es esto que oigo de ti? Dame cuentas de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando”. Y dijo para sí el administrador: “¿Qué voy a hacer, ya que mi señor me quita la administración? Cavar no puedo; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que haré para que me reciban en sus casas cuando me despidan de la administración”. Y, convocando uno a uno a los deudores de su amo, le dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” Él respondió: “Cien medidas de aceite”. Y le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Después le dijo a otro: “¿Y tú cuánto debes?” Él respondió: “Cien cargas de trigo”. Y le dijo: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. El amo alabó al administrador infiel por haber actuado sagazmente; porque los hijos de este mundo son más sagaces en lo suyo que los hijos de la luz.
Y yo os digo: haceos amigos con las riquezas injustas, para que, cuando falten, os reciban en las moradas eternas.
Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho. Por tanto, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo vuestro?
Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá odio a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Evangelio (Lc 16,1-13)
Decía también a los discípulos:
— Había un hombre rico que tenía un administrador, al que acusaron ante el amo de malversar la hacienda. Le llamó y le dijo: “¿Qué es esto que oigo de ti? Dame cuentas de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando”. Y dijo para sí el administrador: “¿Qué voy a hacer, ya que mi señor me quita la administración? Cavar no puedo; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que haré para que me reciban en sus casas cuando me despidan de la administración”. Y, convocando uno a uno a los deudores de su amo, le dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” Él respondió: “Cien medidas de aceite”. Y le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Después le dijo a otro: “¿Y tú cuánto debes?” Él respondió: “Cien cargas de trigo”. Y le dijo: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. El amo alabó al administrador infiel por haber actuado sagazmente; porque los hijos de este mundo son más sagaces en lo suyo que los hijos de la luz.
Y yo os digo: haceos amigos con las riquezas injustas, para que, cuando falten, os reciban en las moradas eternas.
Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho. Por tanto, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo vuestro?
Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá odio a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Comments
In Channel