Nuestras casas suelen estar llenas de objetos, ya sea en estanterías, recibidores o cualquier tipo de mueble, como también en paredes. Hablamos de cuadros, espejos, tapices, portaretratos, figuritas, lamparitas o cualquier cosa que nos resulte atractiva. En muchas ocasiones vemos cuadros torcidos en casas ajenas o locales públicos como también elementos decorativos colocados de manera poco ortodoxa, como si se hubieran caído del cielo y se hubieran posado en una superficie de manera anárquica. Se trata del orden, el desorden y la simetría de las cosas, algo intranscendente para muchos y una especie de religión para otros.

Música de entrada y salida: The Grassy Knoll - Sabbath's Theatre