Las Mesas de Movilidad de Cantabria han
expresado su profundo malestar ante la negativa del Parlamento a crear un Grupo
de trabajo destinado a atender las reivindicaciones de los usuarios del
transporte en autobús. Los colectivos, impulsores de la creación en
2017 de la Mesa ferroviaria, aspiraban a replicar aquel modelo de éxito,
estableciendo una mesa de trabajo y un foro de reflexión y debate que escuchase
las reivindicaciones de los usuarios del transporte por carretera y plantease
propuestas de mejora con el concurso de las operadoras de transporte, la
Universidad, los representantes del Parlamento y los responsables del Gobierno
de Cantabria. La propuesta pretendía abordar las deficiencias
que actualmente afectan al servicio y que dificultan el día a día de miles de
personas que utilizan el autobús para desplazarse y que se enfrentan a
problemáticas como la ausencia de horarios, marquesinas degradadas o
inexistentes, falta de paneles informativos, accesibilidad deficiente,
saturación en horas punta, retrasos, autobuses arcaicos y falta de coordinación
entre líneas. El portavoz, Gabriel Moreno, ha explicado que
el colectivo buscaba construir un modelo de transporte accesible, seguro y de
calidad para toda la ciudadanía, prestando especial atención a las comarcas más
desconectadas y a los colectivos más vulnerables: jóvenes, personas mayores y
personas con discapacidad.