Esta semana, el gobierno federal anunció el proyecto de desarrollo de la supercomputadora Coatlicue, la cual tendrá un costo de más de 6 millones de pesos. El mega equipo será la pieza central de un ecosistema de super computo que arrancará operaciones en enero de 2026 y busca que los investigadores mexicanos trabajen con “plena soberanía de sus datos”. Irónicamente, la primera etapa del proyecto no se desarrollará en México sino en Europa gracias a un convenio con el Barcelona Supercomputing Center, lo que hará que México empiece a operar un Centro Mexicano de Supercómputo desde España en lo que se construyen las instalaciones locales. El propósito de Coatlicue será modelar fenómenos climáticos extremos, procesar datos satelitales agrícolas, analizar información fiscal y aduanera y acelerar investigaciones científicas. La supercomputadora integrará alrededor de 14 mil unidades de procesamiento gráfico, así como 375 mil computadoras para realizar 314 mil billones de operaciones.

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