Si te reconoces en alguna de las siguientes excusas, entonces eres procrastinador/a:
Lo haré mañana (repetido en muchas ocasiones)
Tengo que dar primero una vuelta para hacer esta tarea.
Mejor no hacer esta tarea porque será más fácil cuando haga otra cosa
No es tan importante hacerlo ahora mismo
Ahora tengo otras cosas que hacer
No es el mejor momento
Necesito aprender un idioma pero nunca me apunto
Mejor llamo al médico en otro momento
Estas son las principales causas de la postergación constante de tareas:

Miedo a lo desconocido. Si no conozco algo, mejor ni lo comienzo.
Ambigüedad. No sabes lo que se espera de ti y, por lo tanto, no te pones a realizar algo.
Falta de motivación en general y baja autoestima por lo que no haces tareas que te pueden venir bien.
Perfeccionismo. Como tus estándares de perfección, no intentas acometer ciertas tareas