Paco, obligado a tomar medidas con sus vecinos por lo que dejan en el ascensor: "No es la primera vez"
Description
El programa Herrera en COPE ha comenzado la mañana con una historia que ha hecho que Alberto Herrera no diera crédito. Se trata de Paco, un vecino que, visiblemente molesto, ha enviado un audio al grupo de WhatsApp de su comunidad para quejarse amargamente de lo que se ha encontrado en el ascensor a primera hora de la mañana.
Según relata el propio Paco, todo ha ocurrido a las 7 y cuarto de la mañana cuando se ha montado en el ascensor con sus dos hijos. Alguien, cuya identidad desconoce, había dejado un olor insoportable. "Se ha pegado un pedo, que eso no es un pedo. Eso es una bomba atómica, lo que ha dejado ahí ese cerdo", ha denunciado Paco en el audio.
La principal preocupación de Paco, más allá del mal rato, era que alguien pudiera pensar que él había sido el responsable. "Lo quiero comentar en el grupo, vaya a ser cosa que se monte alguien detrás mía y piense que he sido yo", ha explicado, dejando claro su malestar y su inocencia. Ha iniciado su mensaje con un irónico "buenos días, vecino" antes de describir la situación.
El afectado ha aprovechado para recordar una norma básica de convivencia: "Los pedos se pegan en casita o en la calle, no en un ascensor, y menos a las 7 de la mañana". Su mensaje ha concluido con una reflexión que ha sido muy comentada en el programa: "Espero que tengamos cuidadito con esas cosas, hombre, que vivimos personas, no vivimos animales".
La anécdota de Paco, que ha generado un debate sobre la convivencia, nos ha hecho recordar una reflexión de mayor calado en el mismo programa, 'Herrera en COPE'. En la sección 'Curiosidades de la Historia', la experta Ana Velasco ha arrojado luz sobre cómo este aparato ha sido clave en la transformación de las ciudades y de la sociedad.
Antes de su invención, ha explicado Velasco, el estatus social se distribuía verticalmente en los edificios. Las clases más pudientes residían en el piso principal, mientras que las plantas más altas, de acceso más difícil, quedaban para "la pobreza y la marginación en las buhardillas", convirtiéndose en el hogar de las clases más humildes.
La llegada del ascensor supuso una 'revolución vertical'. La comodidad de subir sin esfuerzo hizo que la altura pasara de ser un inconveniente a un lujo, valorándose "las vistas" por encima de todo. Este cambio provocó que las clases altas se desplazaran a los áticos y, como consecuencia, "la pobreza es estar alejado del centro", redefiniendo la estructura social y urbana de las ciudades.




