Sí, en España hay una comarca de la churrería y todavía no la conoces: "Está muy de moda y por ahí hemos pasado muchas veces, pero no nos hemos detenido"
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El programa 'Poniendo las Calles' de la Cadena COPE, con Carlos Moreno 'El Pulpo', ha hecho la maleta junto al experto en viajes y gastronomía Pedro Madera para descubrir una de las zonas más desconocidas de España. Se trata de la comarca de la churrería, un territorio entre Valladolid y Ávila que debe su nombre a una oveja muy particular y que esconde pueblos y sabores anclados en la tradición.
El nombre de la comarca, según explica Madera, proviene de la oveja churra, un animal muy cotizado por la calidad de su lana y protagonista del dicho popular 'no me confundas churras con merinas'. Este animal, que el experto describe como 'ladrones de bancos' por su característico antifaz negro, ha traspasado fronteras, llegando a países como Chile, México o Estados Unidos, lo que pone en valor la riqueza de esta región.
Madera ha destacado el potencial poético de la zona, que define como un lugar 'donde el viento huele a lana y tomillo'. La historia de la comarca está ligada a la trashumancia, la Mesta y los pastores, con una red de cañadas reales que marcan el territorio y que hoy se están recuperando como rutas.
El epicentro de esta ruta es Campaspero, un pueblo vallisoletano conocido como la 'capital blanca y legendaria de la comarca de la churrería' por su piedra blanca característica. Considerado el 'techo vallisoletano' por su altitud, el municipio alberga un interesante museo de la piedra que divulga el arte de la cantería.
El propio Carlos Moreno 'El Pulpo' ha compartido su experiencia en el pueblo, donde visitó el restaurante El Manix para comer un lechazo asado, una de las joyas de la gastronomía local. El comunicador también ha recordado con cariño su paso por la panadería Cáceres, donde los dueños, oyentes del programa, le reconocieron por la voz y le mostraron la generosidad de la gente de la zona, un ejemplo de que el lechazo churro es mucho más que un buen asado.
Pedro Madera ha añadido que en estas panaderías aún se mantienen vivas viejas costumbres, como la de aprovechar el calor del horno de leña para que las vecinas asen sus propios platos. Junto a la panadería se encuentra una carnicería que elabora chacinas y un chorizo fresco que, 'cuando está tiernecito, le asustas en la sartén, lo aprietas en el trozo de pan y suelta la grasilla, es un manjar maravilloso'.
La ruta por la churrería no se detiene en Campaspero. Madera recomienda explorar sin prisa otros pueblos humildes y llenos de encanto como Adrados, famoso por su pan y su tradición de esquiladores; Ontalvilla, que sorprende con su arte callejero; y Olombrada. A lo largo de estas tierras, el paisaje está salpicado de antiguos chozos de pastor, construcciones cónicas de piedra que servían de refugio y que hoy son 'como señales, como tótems que aparecen en medio del campo'.
La gastronomía es el pilar de la experiencia, una forma de socializar y entender la vida en estos pueblos. Madera evoca el sabor del hornazo con tacos de chorizo y panceta, las migas de pastor con torrezno y huevo, y el placer de un buen vino de frasca. Defiende la cocina sencilla y honesta, como la que se encuentra en los bares de pueblo: 'Ese huevo con puntillita, que tú coges el pan y la corteza la pones en el canto de la yema, salpica un poquito, y con metes la patatita frita, [...] te lo llevas a la boca'.
Para el experto, la figura de los bares es fundamental, ya que 'asociamos un fin de semana de excursión por cualquier comarca' con un buen sitio para comer. Insiste en que no se trata de buscar estrellas Michelin, sino lugares 'humildes, sencillos y que te traten bien', donde la cocina se nutre de productos de kilómetro cero, como las verduras de la huerta o los huevos de gallinas locales. Esta filosofía, como explica Pedro Madera, es la que abre el apetito por descubrir España y valorar sus productos más auténticos.
La comarca de la churrería se presenta así como una reivindicación de la España rural que sigue viva, con jóvenes que teletrabajan desde allí y restaurantes que dinamizan la vida local, aunque sea solo los fines de semana. Es una invitación, como señalan desde 'Poniendo las Calles', a detenerse en esos lugares por los que 'hemos pasado muchas veces' para descubrir un patrimonio, una gastronomía y una hospitalidad únicas. Además, esta comarca se complementa con otras rutas gastronómicas cercanas, como la de la cecina, que demuestran la inmensa riqueza de la región.




