Que tire la primera piedra el aficionado a cualquier deporte, que no haya hecho el ridículo con tal de acercarse a su ídolo. Que recuerde mejor la fecha más importante del título de su equipo que el cumpleaños de su madre, que haya hecho el arquero, la cucaracha, que haya imitado la celebración tras marcar un gol de algún jugador en una pachanga de domingo.

Esperar a la intemperie con tal de ver al jugador antes de que entre al hotel de lujo de turno, o asistir al estreno del nuevo fichaje en el campo de fútbol. También hay gente que no tiene límites y el fenómeno fan idiotiza a veces.

¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar? ¿Qué haríamos por coger una copa y hacernos una foto con ella?

Sonido Morse, un espacio ofrecido en colaboración con Mahou Cinco Estrellas.