Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 30 de septiembre. Si no hubiera confesado.
Update: 2025-09-30
Description
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 30 de septiembre. Si no hubiera confesado.
Salmo 66:17-18 NTV: Pues clamé a él por ayuda, lo alabé mientras hablaba. [18] Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.
Yo creo que David, lo más hermoso y completo que pudo hacer al hablar con Dios y desarrollar una vida de comunión con Él, fue abrir su corazón completamente y sin reservas ante el Creador del universo, con lo cual se hizo completamente sincero y vulnerable delante de quien lo podía redimir, reparar, restaurar y volver a la calma y el reposo que tanto necesitaba.
Yo creo que nosotros debemos hacer tal y cual David lo hizo, y de una vez por todas sincerarnos con el Señor y, como lo dice el verso de hoy, clamar a Él por ayuda y darle gracias y alabarlo aun en medio de la dificultad, para ver si por fin terminamos como David diciéndole a Dios: "Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado".
Y eso es lo que debemos hacer finalmente con Dios: confesarle nuestro pecado y hablarle con total transparencia y sinceridad, para recibir de Él mismo lo mejor que Él nos puede dar: perdón, descanso, vida eterna y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Vamos a orar.
Gracias Señor porque hoy puedo venir a ti, arrepentido y dispuesto a confesarte mi pecado, mi culpa, mi tristeza y mi falta de ti Señor. Te pido perdón por mis pecados y te ruego que me permitas conocer más de ti y de esta manera llegar a ser la persona que tú diseñaste para que fuera desde la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.
Salmo 66:17-18 NTV: Pues clamé a él por ayuda, lo alabé mientras hablaba. [18] Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.
Yo creo que David, lo más hermoso y completo que pudo hacer al hablar con Dios y desarrollar una vida de comunión con Él, fue abrir su corazón completamente y sin reservas ante el Creador del universo, con lo cual se hizo completamente sincero y vulnerable delante de quien lo podía redimir, reparar, restaurar y volver a la calma y el reposo que tanto necesitaba.
Yo creo que nosotros debemos hacer tal y cual David lo hizo, y de una vez por todas sincerarnos con el Señor y, como lo dice el verso de hoy, clamar a Él por ayuda y darle gracias y alabarlo aun en medio de la dificultad, para ver si por fin terminamos como David diciéndole a Dios: "Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado".
Y eso es lo que debemos hacer finalmente con Dios: confesarle nuestro pecado y hablarle con total transparencia y sinceridad, para recibir de Él mismo lo mejor que Él nos puede dar: perdón, descanso, vida eterna y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Vamos a orar.
Gracias Señor porque hoy puedo venir a ti, arrepentido y dispuesto a confesarte mi pecado, mi culpa, mi tristeza y mi falta de ti Señor. Te pido perdón por mis pecados y te ruego que me permitas conocer más de ti y de esta manera llegar a ser la persona que tú diseñaste para que fuera desde la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.
Comments
In Channel