Hiper-conectados no podemos lograr nada. Hiper-ansiosos o psicóticos mucho menos. El sistema se alimenta de nuestras necesidades y desesperaciones y a cambio nos ofrece un maquiavélico placebo. Lo que no sabemos es que la pastillita virtual, día a día, se va desvirtuando. Y estamos siendo usados por los poderosos y violentos para perpetuar el régimen establecido. De tanto que vemos muerte... somos muerte. De tanto que scrolleamos (subimos con el dedito) nos scrollean. Y de tanto que los perros ladran, se conflictúan y amenazan... nosotros también ladramos, nos conflictuámos y amenazamos.
Y así se siente el mundo desde adentro: como un estallido que rompe en pedazos cientos de ciudades y, claro está, no va ni vuelve a ninguna parte. Me duelen los ojos de tanto mirar. Pero voy a mirar todo igual. Recuerdo cuando era una niña. Quiero decir: hace lejos. Y sacábamos los colchones a la vereda y contábamos, hasta cansarnos, las estrellas. Ahora cerramos todo con veinte vueltas de llave. Y vivimos atemorizados por atacar o ser atacados. ¿En qué nos convertimos? ¿Realmente somos ésto? ¿Somos la boludez y el boludeo?
"Desenchufen el mundo que me está haciendo daño" o "Paren el mundo que me quiero bajar". Ambas son, en simultáneo, el mismo grito de ayuda que pedimos cuando nos sentimos empantanados. Porque, claro, uno puede soportar muchas cosas. ¿Pero que el país se convierta en una cacería? ¿Que tu vecino se convierta en tu enemigo? ¿Que ya no se pueda reír, confiar y cantar? Me duelen los ojos de tanto mirar. Pero voy a mirar todo igual. Quizá porque sólo así sepa respirar. O porque nomás me han inyectado un cerebro en los vasos sanguíneos. Entonces pienso con la sangre y me derramo. Y realmente quisiera no sufrir, pero "es parte de lo crudo la crudeza". Entonces cuando se avecina el golpe, a esta altura, sólo pido que ya no duela tanto.
Desenchufen el mundo que me está haciendo daño. Pongan algodones en el piso. Abran las ventanas para que venga la lluvia. Salten de la foto al "beso artesanal". Y si aún así nos prohíben soñar... pongamos la pava y hagamos lo primitivo: mirarnos a los ojos, hablarnos, sonreírnos.
🖊️ Agustina Ferrand
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