🎃Shin Godzilla (2015) - La burocracia y el Monstruo
Description
Del mar surge el dios atómico, y los ministros convocan una reunión.
La amenaza no es el monstruo: es la minuta que lo acompaña.
Shin Gojira no trata sobre una criatura gigante que destruye Tokio. Trata sobre un país que se paraliza mientras el desastre lo atraviesa. Aquí, el rugido no es solo de la bestia, sino de una maquinaria estatal oxidada que necesita sellos, firmas y consenso antes de mover un dedo. Cada decisión pasa por veinte escritorios, veinte jerarquías, veinte cafés instantáneos.
Y mientras los funcionarios discuten el protocolo correcto para evacuar una ciudad que ya no existe, Gojira sigue avanzando, lento, inevitable, casi majestuoso.
En esta versión del mito, la bestia es espejo y castigo.
No encarna el mal, sino la consecuencia: un recordatorio radiactivo de la impotencia humana frente a sus propias estructuras. Gojira no ruge por hambre ni por venganza; ruge porque el sistema que intenta contenerlo no puede moverse sin un acta ni un memorando. Es el fin del mundo tramitado en horario de oficina.
La película, dirigida por Hideaki Anno (sí, el mismo de Neon Genesis Evangelion), mezcla el espectáculo del kaiju con el ritmo burocrático del documental institucional. La cámara no se regodea en la destrucción, sino en las reuniones: pasillos grises, pantallas encendidas, gráficos que nadie entiende, y rostros que intentan mantener la compostura mientras el país se desangra.
Es una sátira, pero también una plegaria.
Porque Shin Gojira no solo destruye Tokio: desentierra la memoria de un país que aprendió a convivir con lo impensable. El trauma nuclear, la obediencia jerárquica, el miedo al error… todo está ahí, vibrando bajo la piel del monstruo.
Y en esa mezcla de horror y ceremonia, de desastre y protocolo, Japón se mira a sí mismo con una lucidez incómoda.
El resultado es una obra fría, política, profundamente humana.
Un relato donde la catástrofe no llega desde el mar, sino desde dentro: del miedo a decidir, del exceso de orden, del culto a la forma por sobre la acción.
Al final, cuando el polvo se asienta y la figura petrificada de Gojira queda suspendida sobre la ciudad, uno entiende que no se trata de una victoria.
Es apenas una pausa.
Un nuevo expediente abierto.
Una nación más que, bajo su disciplina, esconde la certeza de que lo monstruoso no está afuera… sino en la inercia que nos impide cambiar.
Shin Gojira: cuando el terror es un trámite y el monstruo, una metáfora que firma con sello oficial.
Una oración atómica recitada entre protocolos, miedo y belleza radiactiva.
📽️ En CineclubCL, la vimos, la sufrimos y la aplaudimos como se aplaude un desastre perfectamente ejecutado.