1-3Juan-172 Anticristos
Update: 2024-11-13
Description
Anticristos
Es muy probable que todos hayamos oído del Anticristo, este personaje que en los últimos tiempos se levantará en la esfera política mundial y después de traer una supuesta paz mundial se declarará a sí mismo “salvador del mundo,” demandando fidelidad y honra a su persona. En el libro de Apocalipsis veremos más sobre estos eventos, pero en la Palabra de Dios no solo se habla de un anticristo, sino de anticristos en plural. ¿A quienes se refiere el apóstol Juan cuando habla de los anticristos? Como la palabra indica, estas son personas que niegan a Cristo y al mismo tiempo desean para sí mismos todo lo que Cristo le pertenece. Déjame explicarme.
Estos procuran por todos los medios deshacerse de la idea del Dios de la Biblia, para crear ellos su propia idea de la deidad. De estos ha habido, hay y habrá muchos en la historia de la humanidad. Recordemos a los emperadores romanos que se declaraban a sí mismos dioses. Nerón mató a cientos de cristianos en los circos y en la hoguera porque honraban a Cristo y no a él. Como este hemos tenido demasiados en la corta historia de la humanidad. Pero estos personajes, aunque no tengan renombre mundial o una gran esfera de influencia, siguen existiendo. Juan los identifica de forma sencilla en el 2:22 “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.”
Estas personas niegan al Padre y al Hijo, y viven según su propia mentira. Algunos miran al cielo y dicen “si Dios existe…..” Dios ya ha dicho que existe; no hay base para negar esta realidad. Como creación suya, deberíamos poder identificarlo, sentirlo, y aceptarlo, pero sin embargo nos permitimos el lujo de cuestionar su existencia. Incluso muchos afirman que debe haber “algo” que gobierne el universo, dejando lugar a seres extraterrestres que puedan controlar nuestro destino. Este pensamiento es claramente “antiDios” y “anticristo”.
Están también aquellos que dicen que creen en Dios, pero no creen en el Hijo, el Salvador del mundo, Dios encarnado. Desprecian su deidad y lo relegan a un segundo plano. Estos también son anticristos según el versículo. “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.” Es innegable que uno viene con el otro, y son indivisibles. Uno puede ir predicando por las calles que cree en Dios y negar la deidad de Cristo, pero la Biblia es clara en cuanto a esto; tal persona no tiene al Padre, vive engañada y engañando, y es al fin de cuentas un anticristo, porque niega la verdadera identidad de Cristo. Esto no lo digo yo para juzgar ni insultar a nadie; es la Palabra de Dios.
Juan ya advertía a los cristianos del primer siglo con estas palabras: Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.”
Si ellos podían reconocer que estaban en los últimos tiempos, cuánto más nosotros, veinte siglos más tarde. Ya hemos dicho que Dios espera pacientemente para que aquellos que han de ser salvos vengan al conocimiento de Cristo, pero los que tenemos al Santo morando en nosotros podemos discernir por la Palabra entre aquellos que son de Dios, y aquellos que lo niegan, ya sea en palabra o en hechos. En el capítulo 4 describe el espíritu de los que son “anti-Cristo” para que podamos nosotros identificarlos:
“En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:2-3).
“¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.” (1 Juan 2:22 )
Para el Señor la verdad es extremadamente importante, porque Él es La verdad (Juan 14:6). El mismo apóstol nos recuerda en el capítulo dos de la primera carta que “ninguna mentira procede de la verdad.” Si Dios es Verdad, y su Palabra es Verdad, aquello que se desvía de la verdad es lógicamente mentira.
No vivamos en la mentira, haciendo para nosotros dioses falsos, negando al Padre y al Hijo. Es más, no caigamos en el error de creer que esto es una verdad relativa, que cada cual puede decidir si es o no cierta. Una verdad discutible, por definición, no es verdad. Vivimos en un mundo en el que la relatividad reina, pero este es el mundo del que Dios nos advierte que no pertenecemos si hemos confiado en Cristo. Creemos en el Absoluto, el Dios del Universo, y su Palabra es Verdad, como Él es Verdad. Cualquier desviación de esta afirmación, según las palabras del apóstol, son anti-Cristo. Juan nos anima en los versículos 24-25 del capítulo 2: “Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.”
¿Crees esto? Seamos luces en este mundo que apunten a la verdad, al Cristo, para que todo aquel que en Él crea pueda disfrutar de la promesa de la vida eterna con el Padre y con el Hijo.
Es muy probable que todos hayamos oído del Anticristo, este personaje que en los últimos tiempos se levantará en la esfera política mundial y después de traer una supuesta paz mundial se declarará a sí mismo “salvador del mundo,” demandando fidelidad y honra a su persona. En el libro de Apocalipsis veremos más sobre estos eventos, pero en la Palabra de Dios no solo se habla de un anticristo, sino de anticristos en plural. ¿A quienes se refiere el apóstol Juan cuando habla de los anticristos? Como la palabra indica, estas son personas que niegan a Cristo y al mismo tiempo desean para sí mismos todo lo que Cristo le pertenece. Déjame explicarme.
Estos procuran por todos los medios deshacerse de la idea del Dios de la Biblia, para crear ellos su propia idea de la deidad. De estos ha habido, hay y habrá muchos en la historia de la humanidad. Recordemos a los emperadores romanos que se declaraban a sí mismos dioses. Nerón mató a cientos de cristianos en los circos y en la hoguera porque honraban a Cristo y no a él. Como este hemos tenido demasiados en la corta historia de la humanidad. Pero estos personajes, aunque no tengan renombre mundial o una gran esfera de influencia, siguen existiendo. Juan los identifica de forma sencilla en el 2:22 “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.”
Estas personas niegan al Padre y al Hijo, y viven según su propia mentira. Algunos miran al cielo y dicen “si Dios existe…..” Dios ya ha dicho que existe; no hay base para negar esta realidad. Como creación suya, deberíamos poder identificarlo, sentirlo, y aceptarlo, pero sin embargo nos permitimos el lujo de cuestionar su existencia. Incluso muchos afirman que debe haber “algo” que gobierne el universo, dejando lugar a seres extraterrestres que puedan controlar nuestro destino. Este pensamiento es claramente “antiDios” y “anticristo”.
Están también aquellos que dicen que creen en Dios, pero no creen en el Hijo, el Salvador del mundo, Dios encarnado. Desprecian su deidad y lo relegan a un segundo plano. Estos también son anticristos según el versículo. “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.” Es innegable que uno viene con el otro, y son indivisibles. Uno puede ir predicando por las calles que cree en Dios y negar la deidad de Cristo, pero la Biblia es clara en cuanto a esto; tal persona no tiene al Padre, vive engañada y engañando, y es al fin de cuentas un anticristo, porque niega la verdadera identidad de Cristo. Esto no lo digo yo para juzgar ni insultar a nadie; es la Palabra de Dios.
Juan ya advertía a los cristianos del primer siglo con estas palabras: Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.”
Si ellos podían reconocer que estaban en los últimos tiempos, cuánto más nosotros, veinte siglos más tarde. Ya hemos dicho que Dios espera pacientemente para que aquellos que han de ser salvos vengan al conocimiento de Cristo, pero los que tenemos al Santo morando en nosotros podemos discernir por la Palabra entre aquellos que son de Dios, y aquellos que lo niegan, ya sea en palabra o en hechos. En el capítulo 4 describe el espíritu de los que son “anti-Cristo” para que podamos nosotros identificarlos:
“En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:2-3).
“¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.” (1 Juan 2:22 )
Para el Señor la verdad es extremadamente importante, porque Él es La verdad (Juan 14:6). El mismo apóstol nos recuerda en el capítulo dos de la primera carta que “ninguna mentira procede de la verdad.” Si Dios es Verdad, y su Palabra es Verdad, aquello que se desvía de la verdad es lógicamente mentira.
No vivamos en la mentira, haciendo para nosotros dioses falsos, negando al Padre y al Hijo. Es más, no caigamos en el error de creer que esto es una verdad relativa, que cada cual puede decidir si es o no cierta. Una verdad discutible, por definición, no es verdad. Vivimos en un mundo en el que la relatividad reina, pero este es el mundo del que Dios nos advierte que no pertenecemos si hemos confiado en Cristo. Creemos en el Absoluto, el Dios del Universo, y su Palabra es Verdad, como Él es Verdad. Cualquier desviación de esta afirmación, según las palabras del apóstol, son anti-Cristo. Juan nos anima en los versículos 24-25 del capítulo 2: “Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.”
¿Crees esto? Seamos luces en este mundo que apunten a la verdad, al Cristo, para que todo aquel que en Él crea pueda disfrutar de la promesa de la vida eterna con el Padre y con el Hijo.
Comments
Top Podcasts
The Best New Comedy Podcast Right Now – June 2024The Best News Podcast Right Now – June 2024The Best New Business Podcast Right Now – June 2024The Best New Sports Podcast Right Now – June 2024The Best New True Crime Podcast Right Now – June 2024The Best New Joe Rogan Experience Podcast Right Now – June 20The Best New Dan Bongino Show Podcast Right Now – June 20The Best New Mark Levin Podcast – June 2024
In Channel