Ciudadania
Description
Anhelas tanto irte, escapar, recomenzar, que cuando lo logras, cuando llegas a ese nuevo país, sientes una extraña sensación de vacío. En principio, quizás, todo lo que vas conociendo es mucho mejor a lo que dejaste, pero los días pasan y la nostalgia comienza a adueñarse de tu razón. Quizás no has podido conseguir trabajo, o los trámites de estudio se demoran, además estás viviendo en una pequeña habitación y el tiempo de un día te sobra, así que decides invertirlo en una cuestionable inversión, en recordar. Recordar y extrañar. Todo aquello de lo que antes te quejabas comienzas a verlo menos malo. Y allí mismo, sin apenas haber comenzado a vivir en ese nuevo país, ya estás elaborando el plan de tu primera visita a casa. No importa que aun no tengas tus documentos, o donde vivir o dinero. Pero el sueño está allí.
Recuerdo el día en que subí al avión de regreso a Cuba. Finalmente ya nadie me miraría como un extraño, ya no tendría que preocuparme por mi acento. Estaba yendo a mi tierra a ver a mi gente. Recuerdo que en la habana tomé un taxi a casa y antes de haber avanzado diez metros el extrovertido taxista me miró a través del retrovisor solo para decirme que yo no era cubano.
Quedé contrariado. Así que en Argentina no parecía argentino y en Cuba dejé de parecer cubano. Además el barrio había cambiado mucho, los vecinos ya no eran los mismos, el árbol del patio lo habían derribado y la que era mi casa ya tenía otro color. Recuerdo que, en unos pocos días ya quería volver.
Mientras volaba de regreso pensaba en todo aquello, y me veía entre dos lugares a los que no pertenecía. Entonces el Dios del cielo, ese que ama a los extranjeros, me hizo recordar algo que está en Filipenses 3:20 : “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos” y sentí paz. Sí, si existe un lugar al que pertenezco y donde me sentiré realmente en casa. Jesús prometió que un día trasladaría ese reino a esta tierra, donde ya no habrán fronteras que nos dividan, donde nadie cuestionará mi origen, y donde todos recibiremos nuestra ciudadanía, para siempre.
Yosvany R Garcia Corpas























