Como cada año, se llevó a cabo el Encuentro Mariano, un evento que reúne a fieles católicos de la diócesis y de distintos puntos del país para fortalecer la formación espiritual y promover un espacio de convivencia religiosa.

En esta edición, la figura de la Virgen María fue presentada como “Peregrina de la Esperanza”, en concordancia con el lema del Jubileo celebrado este año en Roma.

¿Qué ofrece el evento? Actividades y espacios para los asistentes

El encuentro incluyó la participación de sacerdotes, laicos y exponentes afines a la Iglesia Católica, quienes compartieron enseñanzas y testimonios.

De acuerdo con los organizadores, el objetivo es que los asistentes puedan “reencontrarse con Dios a través de la confesión y la adoración”, sacramentos disponibles durante toda la jornada.

Además, el piso de exhibición contó con diversos apostolados, venta de artículos religiosos y una exposición a favor de la vida centrada en la defensa del no nacido, el desarrollo en el vientre y temas afines.

¿Cómo se desarrollaron las conferencias? Voces y mensajes clave

La primera charla estuvo a cargo de Monseñor Héctor Pérez, quien destacó que la misión de evangelizar es responsabilidad de todos: “No es trabajo del otro o de uno solo, sino de todos en comunidad”, afirmó.

Posteriormente, el Padre Ernesto María Caro subrayó la importancia de mantener la esperanza cristiana más allá de lo material, especialmente ante los desafíos del mundo actual.

En la tercera conferencia, el Canónigo Eduardo Chávez abordó los mitos en torno a la aparición de la Virgen de Guadalupe y explicó el contexto histórico y evangelizador de la época.

El Fraile Tomás Chávez compartió su testimonio personal sobre el llamado a la santidad y el papel de la gracia divina como guía.

Por su parte, la Hermana María de los Dolores Palencia expuso la realidad de la migración y la persecución contemporánea, destacando el acompañamiento espiritual y material que brinda la Iglesia.

Finalmente, el analista Agustín Laje reflexionó sobre las corrientes “progresistas y woke”, y la manera en que han planteado una narrativa basada en supuestos esquemas de opresión.

El evento culminó con un momento de adoración frente al Santísimo y la celebración de la Santa Misa, reforzando el llamado a vivir la fe de manera activa y comunitaria.