Estableciendo límites personales en la vida diaria
Update: 2025-07-01
Description
Entrevista con Rosa Reyes Santana sobre los límites personales, también conocidos como autolimites (Self-boundaries)
Para Rosa, los límites personales son como líneas invisibles que definen dónde terminamos nosotros y dónde comienzan los demás. Son las fronteras que establecemos en nuestras relaciones e interacciones, definiendo qué nos resulta cómodo e incómodo. Los límites personales son esenciales para el autocuidado, la protección de nuestro bienestar y el fomento de relaciones saludables. Actúan como líneas protectoras de nuestra salud física, emocional y mental. Para Rosa, los límites son reglas o pautas que nos establecemos en nuestras interacciones con los demás. Pueden ser físicos, emocionales, intelectuales o financieros.
Los límites personales son importantes porque nos permiten priorizar nuestras necesidades, gestionar nuestra energía y prevenir el agotamiento (autocuidado). Nos ayudan a comunicar nuestras necesidades y expectativas con claridad, lo que resulta en relaciones más respetuosas y satisfactorias (relaciones saludables). Nos dan un sentido de control de nuestras vidas porque nos permiten decir que no y protegen nuestro tiempo y energía. Al evitar situaciones que nos agotan o nos incomodan, podemos reducir el estrés y la ansiedad. Al comprender y respetar nuestros límites, podemos decir que no cuando sea necesario, solicitar lo que necesitamos y mantener una sensación de control y seguridad.
Rosa aborda la importancia de identificar y establecer límites personales. Destaca que es fundamental reconocer los valores y necesidades individuales para sentirse seguro y respetado. Sugiere reflexionar sobre experiencias pasadas, identificando situaciones en las que se transgredieron los límites y las emociones que se experimentaron.
Recomienda practicar la autoconciencia, prestando atención a las reacciones físicas y emocionales ante diversas situaciones. Comunica la importancia de establecer límites a los demás de manera clara y asertiva, reforzándolos y siendo constante en su mantenimiento, incluso en situaciones incómodas.
Rosa presenta ejemplos de límites personales, como: 1) Tiempo: Declinar solicitudes que sobrecarguen la agenda o priorizar actividades propias sobre las de otros; 2) Espacio físico: Proteger el espacio personal, rechazar el contacto físico no deseado o limitar la exposición a ciertos entornos; 3) Emocional: Establecer límites en la energía emocional dedicada a los demás, compartir sentimientos gradualmente o evitar involucrarse en chismes o negatividad; y 4) Material: Limitar el compartir de posesiones personales, establecer límites en préstamos o préstamos financieros, o ser selectivo con las solicitudes de otros.
Rosa enfatiza la importancia de conocer las consecuencias de la falta de límites, como sentirse agotado, resentido o aprovechado; experimentar estrés, ansiedad o agotamiento; dificultad para mantener relaciones saludables debido a una comunicación deficiente y necesidades insatisfechas; y baja autoestima y sentimientos de impotencia.
Finalmente, Rosa concluye: “Si los límites son actos de amor, necesitamos seguir amándonos, tanto mujeres como hombres, niños, todos y todas. A pesar de que nuestra cultura promueve límites más flexibles, debemos comenzar por amarnos a nosotros mismos. La primera palabra para amarnos es decir: NO”.
Rosa Reyes-Santana, MSW,LISW-S es una terapeuta con más de 40 años de experiencia en trabajo pastoral, clínico y social en el suroeste de Ohio.
Para Rosa, los límites personales son como líneas invisibles que definen dónde terminamos nosotros y dónde comienzan los demás. Son las fronteras que establecemos en nuestras relaciones e interacciones, definiendo qué nos resulta cómodo e incómodo. Los límites personales son esenciales para el autocuidado, la protección de nuestro bienestar y el fomento de relaciones saludables. Actúan como líneas protectoras de nuestra salud física, emocional y mental. Para Rosa, los límites son reglas o pautas que nos establecemos en nuestras interacciones con los demás. Pueden ser físicos, emocionales, intelectuales o financieros.
Los límites personales son importantes porque nos permiten priorizar nuestras necesidades, gestionar nuestra energía y prevenir el agotamiento (autocuidado). Nos ayudan a comunicar nuestras necesidades y expectativas con claridad, lo que resulta en relaciones más respetuosas y satisfactorias (relaciones saludables). Nos dan un sentido de control de nuestras vidas porque nos permiten decir que no y protegen nuestro tiempo y energía. Al evitar situaciones que nos agotan o nos incomodan, podemos reducir el estrés y la ansiedad. Al comprender y respetar nuestros límites, podemos decir que no cuando sea necesario, solicitar lo que necesitamos y mantener una sensación de control y seguridad.
Rosa aborda la importancia de identificar y establecer límites personales. Destaca que es fundamental reconocer los valores y necesidades individuales para sentirse seguro y respetado. Sugiere reflexionar sobre experiencias pasadas, identificando situaciones en las que se transgredieron los límites y las emociones que se experimentaron.
Recomienda practicar la autoconciencia, prestando atención a las reacciones físicas y emocionales ante diversas situaciones. Comunica la importancia de establecer límites a los demás de manera clara y asertiva, reforzándolos y siendo constante en su mantenimiento, incluso en situaciones incómodas.
Rosa presenta ejemplos de límites personales, como: 1) Tiempo: Declinar solicitudes que sobrecarguen la agenda o priorizar actividades propias sobre las de otros; 2) Espacio físico: Proteger el espacio personal, rechazar el contacto físico no deseado o limitar la exposición a ciertos entornos; 3) Emocional: Establecer límites en la energía emocional dedicada a los demás, compartir sentimientos gradualmente o evitar involucrarse en chismes o negatividad; y 4) Material: Limitar el compartir de posesiones personales, establecer límites en préstamos o préstamos financieros, o ser selectivo con las solicitudes de otros.
Rosa enfatiza la importancia de conocer las consecuencias de la falta de límites, como sentirse agotado, resentido o aprovechado; experimentar estrés, ansiedad o agotamiento; dificultad para mantener relaciones saludables debido a una comunicación deficiente y necesidades insatisfechas; y baja autoestima y sentimientos de impotencia.
Finalmente, Rosa concluye: “Si los límites son actos de amor, necesitamos seguir amándonos, tanto mujeres como hombres, niños, todos y todas. A pesar de que nuestra cultura promueve límites más flexibles, debemos comenzar por amarnos a nosotros mismos. La primera palabra para amarnos es decir: NO”.
Rosa Reyes-Santana, MSW,LISW-S es una terapeuta con más de 40 años de experiencia en trabajo pastoral, clínico y social en el suroeste de Ohio.
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