Heridas divinas
Description
Job 5:17 He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso. 18 Porque Él inflige dolor, pero da alivio; Él hiere, pero sus manos también sanan. (LBLA)
El siete es un número que representa la plenitud, y lo vemos en la vida de Job, quien atravesó una tremenda calamidad.
Job era un hombre dedicado a Dios; su fama llegaba hasta el cielo, y el mismo Dios lo ponía como ejemplo.
Sin embargo, como sucede con todos los hijos del Señor, la Biblia dice: «He aquí cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso».
Hay heridas internas que duelen por mucho tiempo, y también hay heridas externas, como la que tuvo Jacob cuando Dios le tocó el muslo para cambiar su caminar. Las heridas internas pueden dañar el alma; una sola palabra puede provocar un complejo de inferioridad. Una mujer que no es tratada como un vaso más frágil puede sufrir heridas en el alma.