El Gobierno de Pedro Sánchez ha quedado prácticamente solo en la Unión Europea al rechazar endurecer la política migratoria y acelerar las expulsiones de inmigrantes irregulares.
Tras ocho meses de negociaciones, los ministros del Interior de los Veintisiete aprobaron un reglamento para simplificar y agilizar los retornos, con España como único voto claramente en contra.

La norma introduce por primera vez cobertura legal a escala europea para crear centros de deportación en países terceros, siguiendo el modelo desarrollado por Italia en su acuerdo con Albania.

Aunque ningún ministro expresó públicamente su rechazo durante la reunión, el titular español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, había anunciado antes del encuentro que España votaría en contra.

La mayoría de gobiernos europeos defiende que esta reforma permitirá mejorar la tasa de repatriaciones —actualmente en torno al 20%—, especialmente en los casos que implican riesgos para la seguridad. El reglamento también permite devolver a un país tercero, distinto del de origen, a personas con una orden firme de retorno, siempre bajo un acuerdo bilateral o de la UE.

Galicia pierde la mitad de sus granjas en 10 años

 Entre enero y octubre de 2025, Galicia volvió a liderar la producción láctea en España, aportando el 42% de toda la leche del país, según datos del Ministerio de Agricultura.

 Sin embargo, este liderazgo contrasta con una cifra especialmente preocupante: solo 4.987 explotaciones siguen activas, la primera vez que la comunidad cae por debajo del umbral de las 5.000 granjas desde que hay registros.

El descenso no es coyuntural, sino estructural. En 2015 Galicia contaba con más de 9.500 explotaciones; una década después, prácticamente la mitad ha desaparecido. Solo en el último año se perdieron 324 granjas, pasando de 5.310 en octubre de 2024 a las actuales 4.987.

Pese a este desplome, no existe por ahora un plan específico capaz de frenar el cierre continuo de pequeñas y medianas explotaciones.