Nicolas Da Rosa, International Sales de DPAM para España y Portugal, analiza las diferentes estrategias que pueden aplicarse a la renta fija emergente y como se encuentra esta en este momento. Los fondos de inversión en España han alcanzado ya más de 31.034 millones de euros en aportaciones netas, una cifra que no se veía tan alta en un mes de noviembre desde 2014, según los datos de Inverco.Los fondos de renta fija mantuvieron la dinámica de los meses anteriores, con entradas por 993 millones de euros, especialmente en productos de duración más corta. En lo que va de año, esta categoría acumula más de 29.465 millones de euros en suscripciones netas. “Muchos países emergentes ofrecen tipos reales más altos que otros mercados”, asegura el invitado.

El International Sales de DPAM para España y Portugal también explica que a la renta fija emergente también le afecta positivamente la situación de las divisas. Sobre esto apunta que “la desvalorización del dólar ha sido un catalizador para flujos en moneda local, ya que la depreciación de este ha reducido mucho la presión en las divisas locales”. Además, una de las claves para Nicolas Da Rosa es que “juega como diversificador de riesgo, también por el crecimiento de los países emergentes, distintos a los países desarrollados”. Esto, según él, es así porque estos territorios “han fortalecido y han mejorado mucho sus políticas fiscales y monetarias a través de metas de inflación y reglas fiscales”.

¿Cómo pueden los mercados emergentes ayudar a diversificar una cartera y qué ventajas ofrece frente a los activos de mercados desarrollados? “La deuda emergente representa el 27% de la deuda en el mundo, es un activo algo más olvidado pero ofrece un potencial de diversificación dentro de las carteras”, explica el experto. Además, añade que tiene “baja correlación con los activos tradicionales y con los activos de renta global”.