Para resolver los daños y pérdidas materiales que registran de manera recurrente los habitantes de la comunidad de Santa María Poniente, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (Uqroo) recomiendan a las autoridades municipales que procedan a reubicar las viviendas, nivelación de calles, restaurar áreas naturales de absorción e instalar sistemas de captación de agua de lluvia o pozos de absorción.

La comunidad maya de Santa María Poniente, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, sufre severas inundaciones durante la temporada de lluvias, un problema que desde hace más de dos décadas afecta viviendas, escuelas y cultivos.

De manera histórica, se han registrado inundaciones de hasta 1.68 metros de altura, lo que representa daños severos a los bienes materiales.

Un estudio realizado por los investigadores de la Uqroo, Romeo Alejandro Sánchez Zavalegui, Rosalía Chávez Alvarado y José Manuel Camacho Sanabria, identificó 10 zonas de inundación que afectan cultivos, viviendas, iglesias y escuelas, con niveles de agua que oscilan entre 20 centímetros y un metro.

En promedio, el agua tarda entre tres y siete días en desaparecer, dependiendo de la intensidad y duración de las lluvias, la profundidad del terreno y la baja permeabilidad del suelo.

El estudio también documenta 34 viviendas expuestas, de las cuales 15 se encuentran en zonas con inundaciones extremas, con niveles que van de 80 centímetros a un metro de altura, y provocan pérdidas materiales, daños estructurales, muerte de animales y, en algunos casos, abandono temporal de hogares; en las escuelas, las inundaciones superan los 50 centímetros, reduciendo la asistencia escolar hasta en 40%.

Entre 2002 y 2020 se registraron 34 eventos de inundación, ocasionados principalmente por precipitaciones mayores a 60 milímetros en 24 horas, algunas de ellas superiores a 250 milímetros.

Los habitantes de la comunidad de Santa María Poniente, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, señalan que las lluvias más dañinas son aquellas intensas y súbitas que caen en un solo día, porque saturan rápidamente los suelos y reducen la capacidad de infiltración. La mayoría de estos eventos están vinculados a tormentas tropicales y frentes fríos.

Como parte del estudio, los habitantes participaron en ejercicios de cartografía participativa para identificar las zonas más afectadas, cuyos resultados coincidieron con los análisis técnicos.

El trabajo recomienda la reubicación de viviendas localizadas en zonas de alto riesgo, la nivelación controlada de calles, la restauración de áreas naturales de absorción, la instalación de sistemas de captación de agua de lluvia y la implementación de un plan comunitario de emergencias.

Sugiere establecer reglas de ordenamiento territorial para evitar nuevas construcciones en zonas inundables y promover un sistema de monitoreo local de lluvias que facilite activar alertas tempranas.