En la edición de hoy del Radar Empresarial examinamos las crecientes especulaciones sobre una posible adquisición de Warner por parte de Netflix, Comcast o Paramount. Tanto Netflix como Paramount sufrieron descensos superiores al 5% en la sesión bursátil del miércoles, después de que salieran a la luz nuevas informaciones sobre las propuestas que estarían preparando estos gigantes del entretenimiento. En un intento por reforzar su posición, Paramount ha buscado respaldo financiero de fondos soberanos de Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos. De acuerdo con lo publicado por Variety, esta participación no requeriría la revisión del Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos, ya que no alcanzaría el nivel mínimo que obligaría a la agencia a intervenir.

Este movimiento podría verse favorecido por la red de relaciones políticas y empresariales que vincula a algunos de los involucrados con la Administración Trump. Por un lado, Larry Ellison —padre del actual CEO de Paramount, David Ellison, y fundador de Oracle— mantiene una relación especialmente cercana con el Gobierno estadounidense, reforzada a través de su enorme inversión en el proyecto Stargate. Por otro lado, los países del Golfo implicados en la operación también han estrechado lazos con Estados Unidos al invertir sumas millonarias dentro del país, lo que podría facilitar el avance de la transacción.

Todo este entorno favorable parece haber impulsado la confianza de Paramount. Según Bloomberg, la compañía ha elevado la cifra correspondiente a la penalización por ruptura del acuerdo con Warner hasta los 5.000 millones de dólares, lo que supone un incremento de 3.000 millones respecto a la propuesta inicial. El gesto confirma que los estudios consideran que la operación puede concretarse. Para Paramount, cerrar esta compra resulta esencial, ya que su objetivo es adquirir el conglomerado completo, y no únicamente los estudios y la división de streaming.

Mientras tanto, Reuters señala que Netflix estaría preparando una oferta completamente en efectivo con el propósito de tomar el control de Warner y, en particular, de HBO, con la intención de reducir la competencia y ajustar a la baja los precios de sus suscripciones. En cuanto a Comcast, su interés se centra en los canales de televisión: el grupo estudia combinar NBCUniversal con Warner Bros. Discovery, planteando para los accionistas una mezcla de efectivo y títulos de la nueva compañía fusionada. La pregunta ahora es quién logrará imponerse finalmente y quedarse con Warner, marcando así un hito en la industria audiovisual.