UN ROSARIO DE PREGUNTAS

Por qué preguntarle al cielo
si no me responde nunca.
¿Se ha vuelto sordo ahí arriba
quien contesta a las preguntas?

¿O acaso sea yo la sorda
que no capta sus mensajes
y aburrido, me ha dejado
como algo irremediable?

¿Se ha olvidado de estas almas
que habitan en estos cuerpos?
¿O es que está de vacaciones
por un prolongado tiempo?

No sé por qué las desdichas,
como un racimo de frutas,
penden sobre mi cabeza
y no me abandonan nunca.

¿Acaso el dolor humano
sirve a alguien de consuelo
para que goce a destajo
de los asuntos terrenos?

¿Por qué sufrir sin descanso
sin esperanza de cura,
soportando cada día
esta vida de locura?

Más de mil años llevamos
restregados por el fango
del desdén y las fatigas,
esperando algún milagro.

¿Será verdad que no importa
lo que hagamos en la vida,
porque hagamos lo que hagamos
finaremos en la pira?

¿Cómo es que no contesta
a mis súplicas fervientes?
Desde niña he sido buena,
aplicada y obediente.

Entonces, ¿qué he hecho mal?
¿Por qué no hallo respuestas?
¿Por qué mi vida se apaga
sin que se me abra la puerta?

Un rosario de preguntas
para esta aciaga existencia.

* * *
Fernando Cravioto
26/10/2020