14 de junio de 2014, Horas 18:00 en Bolivia. Multitudes acudieron a los lugares de reunión en Bolivia y en las naciones de la tierra, donde recibieron la señal vía internet a través de la página web de nuestro amado Pastor: www.ricardoclaure.org. Así comenzó el culto de este día, de la Campaña para jóvenes: “JESÚS ES EL PAN DE VIDA”. Y fue hermoso, ese Pan de Vida, Jesús de Nazareth no se hizo esperar, a través de su Espíritu Santo, empezó a alimentar y llenar de sus Aguas de Vida a cada joven y jovencita que anhelantes de su Amor buscaban su Presencia en oración.

Cántico nuevo lleno de Poder fluía de los labios de nuestro amado Pastor Ricardo Claure, que inundado del Amor y la Misericordia del Señor predicaba cantando y hablando al corazón de todos los reunidos.

Desierto, soledad, vacío en el alma, por causa del pecado y la maldad de tantos años. Cárceles, prisiones, lugares llenos de la inmundicia de la impiedad, del vicio, de la perversión, habían sido durante años lugares donde nos encontrábamos, por la desobediencia, por haber contravenido las leyes del Reino de los cielos, las leyes espirituales provistas por el Dios de la Biblia.

“Pero es el Señor Jesús que vino a darte libertad, a darnos libertad, y es ahí donde Él se revela, en el desierto. Es importante que pases el desierto. Porque es en el desierto donde tú vas a querer comer, es en el desierto donde tú vas a querer beber. En el desierto espiritual, la única manera de poder saciar el hambre es comiendo del Pan de Vida, ¡la única manera de poder beber!, ¡de poder saciar esa sed! –como Él nos enseña en su Palabra–, es beber su sangre, su sangre que nos limpia de todo pecado y nos da la Fuerza para seguir en el desierto, y seguir avanzando y no desmayar.

¡Y COMIENDO DE SU PAN!, ¡COMIENDO DE ÉL! –PORQUE ÉL ES EL PAN VIVO QUE DESCENDIÓ EL CIELO–, vivirás para siempre; ¡no morirás en el desierto!, ¡te levantarás!, y no solamente caminarás, ¡correrás!, ¡volarás!, estarás sentado juntamente con Cristo en los lugares celestiales. Venciendo así a las fuerzas del mal y al pecado que te asedia, para seguir adelante.”

Pr. Ricardo Claure Peñaloza.

Estando en esa condición tan terrible, fuimos rescatados por Jesús de Nazareth, que de pronto, lleno de Amor se acercó para que nuestros pecados sean perdonados y nuestras cárceles sean abiertas, Él nos dio la Libertad para dejar definitivamente esos lugares de prisión. Y de pronto un mundo nuevo empezó a abrirse delante de nosotros, y la certeza del Amor y la Misericordia de nuestro Redentor empezaron a llenar nuestras almas de su Luz y su Calor, cambiándonos, para poder ser dignos de recibirlo en las nueves cuando vuelva.

Para que su iglesia se prepare… para testimonio a las naciones.