Honrar a tus padres, para que en todo te vaya bien. Parte 1.
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En la Campaña de jóvenes del 31 de mayo de 2014, Palabra predicada en la Unción del Espíritu de Dios fluía de los labios de nuestro amado Pastor Ricardo Claure. Lleno de la Dulzura y la Misericordia del Señor Jesús, pedía que se escuche con atención el llamado de Amor que estaba haciendo el Señor a todos y cada uno de los jovencitos y jovencitas que tenían corazones dispuestos a recibir esta enseñanza llena de Poder.
1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
Efesios 6:1, 2
“El hecho de honrar al papá y a la mamá implica sustancialmente honrar su autoridad, y al honrar la autoridad uno entiende que debe obedecer a la autoridad.
Aquel hijo que obedece a sus padres está honrando a sus padres. ¡¿Me entienden?! ¡Está honrando la autoridad de sus padres! Y eso es lo que hoy tú debes aprender; y debe sellarse en tu corazón esta Palabra, porque es justo delante del Señor.
Si es el primer mandamiento con promesa; tú debes entender que no te ha ido bien porque tú no has honrado la autoridad de tus padres. Has quebrantado las leyes del Reino de nuestro Dios, y al quebrantarlas estás bajo maldición, no bajo bendición. El hecho que te vaya bien implica bendición. Te va bien, porque Dios, el Señor, permite que te vaya bien. Pero si tú desobedeces, si tú eres rebelde, no te va a ir bien, te va a ir mal. ¿Qué es lo contrario que te vaya bien? Que te vaya mal. Si te va bien estás bajo bendición, porque hay un bien dicho por el Señor a través de esta Palabra directamente sobre tu vida. Pero si te va mal, es porque estás bajo maldición, porque la Palabra de Dios nos enseña claramente de una manera precisa, que si no honras a tu padre y a tu madre ¡te va ir mal!”
Pr. Ricardo Claure P.
Leyes del Reino de los cielos, justicia de lo alto, enseñada con Amor a la multitud. Mientras que con el espíritu quebrantado en clamor por esas vidas, nuestro Pastor intercedía ante nuestro Rey y Señor Jesús, pidiendo Misericordia, Restauración y Liberación.
Quedarán grabados en el corazón los momentos vividos en esta Cita de Amor con Jesús, que a través de su Santo Espíritu, se paseaba por los lugares de reunión, perdonando, sanando y bendiciendo; abrazando con Amor infinito a los que arrepentidos buscaban su Perdón.
Para que su iglesia se prepare… para testimonio a las naciones.




