Episode 501: 09 de Octubre de 2025 - Notas de Elena - Material complementario de ES para adultos
Description
NOTAS DE ELENA
Material complementario de la escuela Sabática para adultos
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
Una cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church
JUEVES, 09 DE OCTUBRE
GRACIA SORPRENDENTE
Marchando toda la noche, tuvo sus fuerzas frente a Gabaón por la mañana. Apenas habían colocado los príncipes aliados sus ejércitos alrededor de la ciudad cuando Josué cayó sobre ellos. El ataque resultó una derrota total para los sitiadores. El inmenso ejército invasor huyó ante Josué montaña arriba por el desfiladero de Beth-orón; y habiendo ganado las alturas, se precipitaron montaña abajo al otro lado. Allí estalló sobre ellos terrible tempestad de granizo. "Jehová echó sobre ellos del cielo grandes piedras... Muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto a cuchillo".
Mientras los amorreos continuaban huyendo precipitadamente, procurando hallar refugio en las fortalezas de la montaña, Josué, mirando hacia abajo desde la altura, vio que el día iba a resultar corto para completar su obra. Si sus enemigos no quedaban completamente derrotados, se reunirían y reanudarían la lucha. "Entonces Josué habló a Jehová... y dijo en presencia de los Israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos... El sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero".
Antes de que anocheciera, la promesa que Dios hizo a Josué se había cumplido. Todo el ejército enemigo había sido entregado en sus manos. Israel iba a recordar durante mucho tiempo los acontecimientos de aquel día. "Nunca fue tal día antes ni después de aquél, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre: porque Jehová peleaba por Israel". "El sol y la luna se pararon en su estancia: a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu fulgente lanza. Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste las gentes. Saliste para salvar tu pueblo". Habacuc 3:11-13.
El Espíritu de Dios inspiró la oración de Josué, para que se manifestara otra vez el poder del Dios de Israel. Por consiguiente, la petición no evidenciaba presunción por parte del gran caudillo. Aunque Josué había recibido la promesa de que Dios derrocaría ciertamente a los enemigos de Israel, realizó un esfuerzo tan ardoroso como si el éxito de la empresa dependiera solamente de los ejércitos de Israel. Hizo todo lo que era posible para la energía humana, y luego pidió con fe la ayuda divina. El secreto del éxito estriba en la unión del poder divino con el esfuerzo humano. Los que logran los mayores resultados son los que confían más implícitamente en el Brazo todopoderoso. El hombre que exclamó: "Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón", es el mismo que durante muchas horas permanecía postrado en tierra, en ferviente oración, en el campamento de Gilgal. Los hombres que oran son los hombres fuertes (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 542-544).
VIERNES, 10 DE OCTUBRE: PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Hijas de Dios, "Rahab", pp. 33, 34. Ser semejante a Jesús, "Cuando pasemos por pruebas, repasar la gran misericordia de Dios", 21 de julio, p. 209.