82. Todo lo que debes saber sobre el uso de las notas en una presentación
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En la antigua Roma existía una persona que se denominaba Praecon. La palabra “pregón” proviene etimológicamente de Praecon, con lo que no te resultará difícil conocer cuál era el oficio de estas personas. Pero a diferencia de su función casi folclórica hoy en día, en tiempos de la antigua Roma, su trabajo era primordial. Te recuerdo, por ejemplo, que no tenían twitter ni telediario. Estos oradores públicos anunciaban las noticias principalmente durante la nundiae, es decir, el octavo día de la semana, cuando la gente que trabajaba en el campo llegaba a la ciudad a vender y comprar productos. Esas noticias incluían anuncios relevantes, eventos, subastas, juegos y un largo etcétera. Por ejemplo, en el año 46 a.c. algún Praecon anunció la decisión de Julio César de cambiar el calendario romano de la época, por el juliano. Y la puesta en escena cuando tenían que hacer sus anuncios seguro que te suena de películas o series: Un hombre, generalmente rechoncho, de voz grave y poderosa. Subido a un pedestal en medio de la calle Con una tablilla en una mano y gesticulando airadamente con la otra mientras comunica las noticias del imperio. Estos improvisados presentadores del telediario de la época estaban considerados virtuosos de la palabra, a pesar de un detalle que quizás no se te ha escapado, y es que he dicho…tablilla en mano. En efecto, los Praecones hablaban con notas. Lo cual nos aclara una premisa de partida. Se puede hablar en público con notas y comunicar con elocuencia Cada año me subo a los escenarios para presentar un evento que se llama Zientzia Astea (la semana de la ciencia), en el que mi función es hacer de maestro de ceremonias. Es un evento de divulgación científica, en una sala del edificio Tabakalera en San Sebastián. Una sala pequeña pero bien equipada da un aire de profesionalidad al evento, con sus focos, cámaras y equipos de producción, así que, a pesar del tono jovial (subimos al escenario con camisetas), todos nos lo tomamos en serio, para que el resultado sea el mejor. Durante la preparación de este evento siempre me toca preparar notas para presentar con ellas, porque los científicos que participan tienen puestos que me resultaría difícil memorizar. De la última vez que preparé el evento saqué el siguiente listado. Errores comunes y buenas prácticas al usar notas Empecemos por responder a una pregunta que a veces surge cuando se habla de este tema: ¿Notas si o notas no? Pues como dirían en la tierra del Albariño…depende. Si el protocolo lo permite y crees que las necesitas, adelante. Para mi la idea es: Usar notas está bien, si las usas bien. Así de simple. Y de forma resumida, esto quiere decir que debe parecer que no las llevas, el objetivo es restarles protagonismo. Hay situaciones que invitan a no usarlas, por ejemplo, hay competiciones de oratoria en las que se prohíben, o en un discurso breve y de entretenimiento como puede ser un monólogo, rara vez se usan notas, porque restan dinamismo y fluidez a la actuación, por ejemplo, a los chistes que se vayan haciendo. Sin embargo, al presentar eventos, donde se tiene que hablar de varias personas con sus puestos o datos personales, las notas son habituales. También lo son en discursos muy formales en tono solemne, en los que se quieren decir exactamente ciertas palabras. En fin, no hay fórmula mágica, pero lo que sí hay son unas pautas o consejos que pueden ayudarte si decides usarlas. Errores comunes al usar notas en una presentación 1. Usar notas demasiado grandes El error número uno tiene que ver con el tamaño de tus notas. Un folio entero en A4 o un tamaño similar, rara vez es un buen tamaño como notas para llevar en la mano. Por una parte, porque va en contra del objetivo de restarles protagonismo. Lejos de hacerlo, en este caso se lo estás dando, porque un papel tan grande llama la atención de la audiencia. Además, reduce tu comunicación no verbal, porque muchas veces tenderás a coger el papel con las dos manos. Y por si esto fuera poco,