La Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Gobierno del Estado reveló ayer que en este momento desahoga al menos 100 solicitudes de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), la mayoría para desarrollos inmobiliarios y proyectos turísticos en Mérida y otras regiones del interior del estado.

La titular de la dependencia, Neyra Silva Rosado, dijo que de abril a la fecha la SDS ha rechazado 20 solicitudes de manifestación de impacto ambiental porque esos proyectos no cumplen con el tratamiento de aguas residuales.

La funcionaria precisó que ante el número de proyectos que en este momento están en cartera, instalaron una mesa de coordinación con el Ayuntamiento de Mérida; la Comisión Nacional del Agua (Conagua); y con la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), para tener una mejor comunicación en la revisión de expedientes promovidos por los desarrolladores, en vías de que cumplan con los requisitos establecidos.

Yucatán desahoga 100 proyectos inmobiliarios y turísticos [Foto: Daniel Sandoval]

“Tenemos bastantes expedientes y estamos trabajando en ello, van fluyendo, yo creo que al día estamos sacando entre ocho y diez expedientes en general, no únicamente las manifestaciones, y estamos poniéndonos más al corriente, son como cien que en este momento están en trámite ante la dependencia”, dijo Silva Rosado.

En este sentido, expuso que la mayoría de los expedientes en materia de impacto ambiental están relacionados con desarrollos inmobiliarios.

“Ahorita lo que tenemos mucho son desarrollo sin mobiliarios, también en algunos lugares tenemos desarrollos de actividades turísticas, son los que más están, la verdad es que tenemos desde la costa hasta el interior del estado, aquí en Mérida tenemos la parte de desarrollos inmobiliarios”, expuso.

La Manifestación de Impacto Ambiental es el documento mediante el cual se da a conocer, con base en estudios, el impacto significativo y potencial que generaría una obra o actividad; y la forma de evitarlo; atenuarlo, en caso de que sea negativo; o compensarlo, en caso de no poderlo mitigar; así como el monitoreo de dicha actividad.