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752. El proyecto documental: la película que se escribe antes de filmar

752. El proyecto documental: la película que se escribe antes de filmar

Update: 2025-10-06
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El artículo 752. El proyecto documental: la película que se escribe antes de filmar se publicó primero en Academia Guiones y guionistas.



Hola, soy David Esteban Cubero, y hoy quiero hablarte de un tipo de documental que casi nadie ve.
Un documental invisible. El que se escribe antes de filmar. Porque, aunque no lo parezca, todo documental comienza con un texto. Antes de encender la cámara, antes de elegir a los personajes o de viajar a los lugares donde ocurrirá la historia, hay un trabajo silencioso y fundamental: la escritura del proyecto documental.


Y no hablo de un simple trámite burocrático o de rellenar un formulario para un fondo. Hablo de algo mucho más profundo: darle forma a tu mirada. El proyecto documental es el lugar donde transformas una intuición en una propuesta narrativa. Donde pones por escrito qué quieres contar, cómo piensas hacerlo y, sobre todo, por qué necesitas hacerlo.


Es, en realidad, el primer guion de tu película. El espacio donde se define el tono, el punto de vista, la estructura, el universo y el sentido de lo que luego grabarás. Sin ese documento, la idea flota. Con él, empieza a tomar cuerpo, dirección y propósito. Por eso digo que este es el documental que nadie ve: el que se escribe en soledad, mucho antes del rodaje, pero que contiene la semilla de todo lo que vendrá después.



Y esta semana, en la sección Writers Room de cursosdeguion.com, tendremos un invitado internacional de lujo: el colombiano Frank Baiz, asesor de guionistas de cine y televisión. Frank presentará en directo su Masterclass “La brújula del guion. La serie Adolescencia a la luz de una teoría original”. En ella nos revelará una nueva teoría narrativa desarrollada por él mismo para escribir guiones, y lo hará aplicándola con un ejemplo concreto: la serie Adolescencia. Una oportunidad única para descubrir un enfoque fresco y diferente que promete revolucionar la forma en que pensamos nuestras historias. 


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Por qué escribir un proyecto documental es vital


Como cuento en mi libro “Negociar la realidad, las tres escrituras de un guion documental”, un proyecto documental no es un requisito burocrático, ni un simple texto que se envía a un laboratorio para cumplir con las bases. Es mucho más que eso: es el primer ejercicio de escritura profunda sobre tu película. El momento en que tu idea empieza a transformarse en una visión concreta.


Cuando te sientas a escribir un proyecto documental, lo que haces en realidad es darle forma al pensamiento cinematográfico. Pasas de la intuición a la estructura, de la emoción a la propuesta, del deseo a la estrategia. Y ese paso es fundamental, porque la escritura obliga a ordenar lo que en la cabeza aún es caótico: los temas, los personajes, los lugares, los posibles conflictos.


Además, el proyecto documental es la herramienta que te permitirá comunicar tu historia al mundo. Con él podrás presentarte a fondos, residencias, laboratorios o productoras que buscan proyectos con voz propia. Ese texto será tu carta de presentación, tu argumento de venta y, sobre todo, tu prueba de que existe una mirada detrás de la cámara.


Pero hay algo más importante todavía: escribir el proyecto documental no solo sirve para convencer a otros… sirve para convencerte a ti mismo. Cuando lo escribes, descubres qué quieres contar de verdad y qué partes de la historia te mueven emocionalmente. Muchas veces no somos del todo conscientes de por qué queremos filmar algo hasta que lo escribimos.


El proyecto documental, en ese sentido, actúa como un espejo. Te devuelve tu propia mirada, tus obsesiones, tus temas recurrentes. Y ese autoconocimiento narrativo será lo que mantenga viva tu motivación cuando el rodaje se alargue o el montaje se complique.


Por eso, todo documental sólido comienza con un buen proyecto escrito. Sin él, la película puede desorientarse. Con él, tienes una brújula que te acompañará durante todo el proceso: desde la investigación inicial hasta la sala de edición.


Los elementos esenciales de un proyecto documental


Una de las preguntas que más escucho de estudiantes y cineastas es:  “¿Qué debe tener un proyecto documental para llamar la atención?”


Y la verdad es que no hay una única fórmula. Cada autor tiene su estilo, su manera de mirar el mundo y de traducirlo en palabras. Pero sí existen ciertos elementos esenciales que casi todos los buenos proyectos comparten. Piezas que permiten entender la película antes de que exista y que hacen que un lector —sea productor, jurado o programador— quiera saber más.


1. El título y la sinopsis: la puerta de entrada


El título es el primer contacto emocional con tu película. Debe contener su espíritu, su tono o su promesa. Un buen título despierta curiosidad y anticipa el universo del documental.


La sinopsis es el corazón narrativo del proyecto documental. Aquí no basta con resumir la historia: hay que contarla de forma que el lector sienta lo que tú sientes.  En pocas líneas debes presentar quiénes son los personajes, cuál es el conflicto y qué viaje emocional o temático propone la película. No se trata de dar respuestas, sino de sembrar preguntas.


2. El tratamiento o desarrollo: imaginar la película antes de filmarla


El tratamiento es donde el proyecto documental empieza a convertirse en cine. Aquí describes cómo imaginas la película: su estructura, su tono, su evolución. No es necesario tener todo definido, pero sí transmitir una visión clara.


Puedes dividir el texto en actos o bloques temáticos, o simplemente relatar el recorrido que tendrá el espectador. Lo importante es que quien lo lea pueda visualizar la película en su mente, casi como si ya la estuviera viendo.


Y recuerda algo: un tratamiento no es una descripción técnica. Es un texto vivo, literario, que transmite ritmo, emoción y mirada. Debe leerse como si fuera la promesa de una experiencia cinematográfica.


3. La motivación personal: el alma del proyecto documental


En este punto muchos se equivocan al escribir. La motivación no es una formalidad, es la razón por la que tu película debe existir.


Aquí cuentas por qué tú eres la persona indicada para filmar esta historia. Qué relación tienes con el tema, qué te conmovió, qué te empujó a empezar. Los fondos y laboratorios no solo buscan buenas ideas, buscan miradas auténticas. Y eso se percibe en esta parte del texto, donde hablas desde la verdad y no desde la estrategia.


Un proyecto documental con una motivación honesta puede destacar incluso sobre propuestas más ambiciosas. Porque detrás de una buena historia, lo que realmente interesa es la voz que la cuenta.


4. El enfoque y el tono: definir la mirada


Aquí explicas cómo vas a mirar la realidad. ¿Será un documental observacional, poético, ensayístico, testimonial, híbrido? ¿Qué relación tendrás con los personajes y el entorno? El enfoque define el punto de vista, y el tono, la emoción que acompañará al espectador.


El proyecto documental debe reflejar esa coherencia entre forma y fondo: cómo el estilo visual y narrativo refuerza el sentid

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David Esteban Cubero